Libia, aunque no sólo

Poco queda decir sobre la revuelta popular en Libia y la reacción de los Gaddafi, padre e hijos, aparte de expresar la profunda tristeza que me causa el ver a países que he tenido la oportunidad de visitar, que pertenecen al continente del que casi podría decir que estoy profundamente enamorado, hundidos no sólo por la codicia de sus dirigentes, sino por la política de hacer la vista gorda que llevamos en la Vieja Europa y los Jóvenes Estados Unidos.

¿Donde estaban las voces que tanto han criticado a Fidel Castro y al régimen cubano tachándolo de la peor dictadura del planeta, mientras Gaddafi y Mubarak y Ben Alí y Bouteflika eran recibidos y cortejados por todos los líderes europeos?. Y la estrella de todos, la monarquía absolutista más poderosa del planeta, la de Arabia Saudí, que tiene en la Costa del Sol y en las Islas Baleares su lugar preferido de vacaciones, a los que tradicionalmente nos ha unido ¡¡¿una gran amistad?!!.

¿Por qué nos dan tanto miedo nuestros vecinos del sur?. La respuesta a esta última pregunta es obvia: régimen Iraní de los Ayatolás, revolución Talibán en Afganistán, Osama bin Laden y las Torres Gemelas. Pero seguro que es posible la democracia islamista y, por lo que parece, Turquía se está encargando de demostrarlo.

De momento deberíamos poner todos nuestros esfuerzos, y no sólo los diplomáticos, en conseguir evitar que el pueblo de Libia sea masacrado en su lucha, en apoyar abiertamente a los movimientos de los demás países que están exigiendo reformas, en cerrar las puertas a todos los dictadores por mucho petróleo que produzcan los países que tienen tiranizados, incluyendo la congelación total de todas sus cuentas y activos en los países de nuestra influencia, en exigir el cumplimiento de las cartas de los derechos humanos y de la infancia a todo aquel que quiera establecer relaciones comerciales con nosotros. Si no hacemos esto, seguiremos viviendo en nuestra burbuja, con miedo de que "los otros", los que no disfrutan de los privilegios que nosotros tenemos, vengan a instalarse en ella y acaben echándonos fuera, a donde están ellos ahora, porque no queremos sacarles de ahí.

Pero como dice el título de esta entrada y siguiendo la filosofía de esta página no sólo voy a hablar de Libia. Méjico uno de los 10 países más visitados del mundo según la Organización Mundial del Turismo, también es uno de los países en los que últimamente se vive más intensamente la violencia de las mafias y los cárteles de la droga. Todos hemos oído noticias sobre la desaparición de mujeres en Ciudad Juarez, el asesinato de jefes y jefas de policía recién nombrados y otros actos de violencia.

La Red de Acciones Urgentes de Amnistía Internacional informa de que el 15 de febrero, la casa familiar de los Reyes, en las proximidades de Ciudad Juarez, era incendiada mientras parte de la familia protestaba ante la Fiscalía General del estado de Chihuahua por la desaparición de tres de sus miembros (Malena y Elías Reyes y la esposa de éste, Luisa Ornelas)

La gran noticia de la semana es que, por lo que publica la Sea Sepherd Conservation Society, se confirma el fin de la campaña ballenera antártica de Japón. Otra buena noticia en la misma onda es la paralización de las obras de la central hidroeléctrica de Belo Monte por parte de un juez brasileño aduciendo razones medioambientales.

Y como noticia curiosa, las autoridades de Shanghai han impuesto a los habitantes de la ciudad la limitación de poder tener sólo un perro siempre que esté registrado y sea de una de las razas autorizadas.

Las imágenes con las que me despido forman parte de de mi visita a Libia hace tres años, en febrero de 2008, junto con Marina, Maite y Mar. En el vídeo se ven imágenes de Trípoli, Nalut, Ghadames, el Erg Awbari y las ruinas de Leptis Magna, todos ellos lugares de gran belleza que espero estén disponibles para ser visitadas en breve. Cuando eso ocurra y a modo de celebración hablaré y colgaré un vídeo sobre los Montes Akakus, uno de los lugares más bellos del planeta siempre que te gusten los desiertos claro.

Feliz semana